bolsillo vaciosAlejandro Fernández/Diario Libre
Conocí a Susana cuando llegó a mi casa para ayudarnos con la bebé. Su rostro, aunque cansado, inspiraba ternura y maternidad, y sus arrugas confirmaban decenas de años de experiencia criando sus dos hijos y los de muchos más en su rol de "nana". (Seguir leyendo aqui…)