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El primer Papa latinoamericanoJorge Mario Bergoglio, el primer Papa jesuítaJesuita, de 76 años, bien formado, es un hombre tímido y esquivo. En tan sólo una década pasó de ser un simple sacerdote a cardenal y arzobispo de Buenos Aires. Técnico químico, profesor de Literatura y de Psicología y licenciado en Filosofía, de personalidad enigmática, como todo jesuita que se precie. Le avala su profunda preparación humana, teológica y espiritual. La principal desventaja con la que contana era el hecho de ser jesuita. Por decisión de la Compañía, los jesuitas sólo aceptan ser obispos en países de misión o por obediencia al Papa. Es difícil que un jesuita llegue al culmen de la Iglesia. | |
Bienes Raices: Bienesraices.com.do - Inmobiliaria Montero - Olima Real Estate - Residencial Parque Verde - Mas Fórmula química de la fumata'Fumata negra' en la chimenea de la Capilla Sixtina. | Efe 'Fumata blanca' o 'fumata negra'. Cada 'fumata' tiene su propia composición química. Como si de la fórmula de la Coca-cola se tratase, el Vaticano ha anunciado la fórmula química de la fumata que anuncia que la Iglesia tiene nuevo Papa. Ahí va la preciada fórmula y otras curiosidades del Cónclave: Clorato de potasio y lactosaPor primera vez en la historia, en la capilla Sixtina hay dos estufas. Una es la tradicional, que se viene usando desde el Cónclave de marzo de 1939, en la que se queman las papeletas de las votaciones. A ella se ha unido una estufa auxiliar que permite, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de las fumatas. Según ha informado el Vaticano en un comunicado, para crear la 'fumata blanca' se utiliza clorato de potasio, lactosa (que sirve como combustible fácilmente inflamable) y colofonia, que es una resina natural que se obtiene a partir de pino amarillo. Para lograr el humo negro se emplea perclorato de potasio, antraceno (un componente de alquitrán de hulla) y azufre. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ha precisado que el momento en el que se queman las papeletas se activa un dispositivo electrónico en la estufa auxiliar que pone en marcha una especie de cartucho que contiene cinco cargas y que se activan una tras otra durante un tiempo total de siete minutos. Unos operarios mueven las estufas.| Afp Las dos estufas -instaladas en la parte posterior de la Sixtina-, están unidas al tubo interno de la chimenea, que mide unos 15 metros de altura y a través de una ventana de esta capilla sale hasta el tejado. La parte externa mide cerca de dos metros y es visible desde la plaza de San Pedro. La estufa en la que se queman las papeletas es de hierro fundido, de un metro de altura y 45 centímetros de diámetro. Tiene una portezuela inferior donde se enciende el fuego y una superior donde se introducirán los documentos para quemar. En la Antigüedad, según recuerda el Vaticano, para producir el color negro se usaba carbón o alquitrán, y para el humo blanco, paja fina. Por último, para mejorar el tiro de la estufa y facilitar que el humo ascienda y sea visible por encima del tejado de la Capilla Sixtina, el conducto de la chimenea se precalienta con resistencias eléctricas y está equipado con un ventilador extractor de apoyo. Sotana en tres tallasLa sotana que vestirá el sucesor de Benedicto XVI, realizada por la sastrería Gammarelli de Roma, ya está lista en tres tamaños diferentes y que se muestran en la vitrina de la compañía desde el pasado lunes. Así, se han realizado tres sotanas de tres diferentes medidas, pequeña, mediana, grande, y una faja blanca con flecos dorados y un par de zapatos rojos de cuero. "Son tres trajes de lana blanca y una capa de terciopelo rojo que el Santo Padre, recién elegido, se pondrá cuando salga al balcón para bendecir a la multitud", explica Lorenzo Gammarelli, responsable de la sastrería. Imagen de la Sala de las Lágrimas con las sotanas para el Papa. | Efe El comercio Gammarelli ha vestido a decenas de cardenales y papas desde 1798. El papa Pío XII fue una excepción, ya que usó su sastre familiar. Se encuentra en el centro de Roma, a dos pasos del Panteón y muy cerca de la Plaza Santa Minerva en Vía Santa Chiara, 34. De este modo, la sastrería entregó, antes de que comenzara el Cónclave, tres trajes de tres tallas diferentes "para que sirvan en el caso de que el Sumo Pontífice sea muy alto o muy bajo, muy corpulento o muy delgado", según comenta la modista, Teresa Palombini. Residencia Santa MartaLos cardenales se alojan en la residencia de Santa Marta, en el interior del Vaticano, un edificio moderno, de cinco plantas, 106 suites, 22 habitaciones individuales, un apartamento y numerosos salones, que hace la vida más cómoda a los purpurados, sobre todo a los más ancianos. Habitación en Santa Marta que usará el Papa cuando sea elegido. | Efe Aunque de presencia austera, los suelos son de mármol, las puertas de maderas nobles y las camas, mesas y sillones son bellos muebles de época. Las paredes están decoradas con cuadros que representan, entre otros, a Cristo, la Virgen y san Pedro, y hay varias estatuas de Juan Pablo II. El inmueble dispone de una luminosa capilla presidida por un crucifijo de madera tallada y de un amplio comedor, con mesas para siete comensales, que será otro de los lugares donde los cardenales intercambian opiniones. Como establece la normativa vaticana, durante el Cónclave el aislamiento de los electores es total y deben abstenerse de correspondencia epistolar, telefónica o por otros medios con personas ajenas al Cónclave. Por ello, durante estos días han desaparecido de Santa Marta las televisiones, teléfonos, radios y cualquier otro medio que pueda violar lo estipulado por Juan Pablo II en la Constitución Apostólica 'Universi Dominici Gregis', sobre la Sede Apostólica y la elección del nuevo pontífice. Los cocineros guardan secretoNadie se libra. Los cocineros, los limpiadores, las floristas, los médicos y los sacerdotes han tenido que prestar juramento con el que se comprometen a guardar secreto sobre todo lo que suceda en la asamblea. El juramento se efectuó el pasado lunes a las 17.30 horas local en la Capilla Paulina. "Todos los que participen en el próximo Cónclave, ya sean eclesiásticos o laicos, aprobados por el cardenal camarlengo y los tres cardenales asistentes, tendrán que prestar el juramento previsto en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis" (sobre la Sede Vacante y la elección del Romano Pontífice), señaló la Oficina de Celebraciones Litúrgicas en la convocatoria. Las lágrimasUna vez que nuevo Pontífice es elegido, se le pregunta si acepta o no el cargo, pues no está obligado a hacerlo. En caso positivo, se le declara oficialmente Papa. A continuación pasa a la llamada Sala de las Lágrimas, donde se viste con una de las tres sotanas de distinto tamaño dispuestas para él. Se llama así a esta pequeña sacristía pues dice la tradición que allí lloran por primera vez los que han sido elegidos, conscientes de la responsabilidad que asumen. | |
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HistoriaLa historia de la Guardia Suiza tiene su origen en el siglo XV. El papa Sixto IV ya había hecho una alianza previa con la Confederación Suiza y construyó cuarteles en "Via Pellegrino" previendo la posibilidad de contratar mercenarios suizos. El pacto fue renovado por Inocencio VIII para usarlos contra el duque de Milán. Alejandro VI los utilizó durante su alianza con el rey de Francia. Durante la época de los Borgia, sin embargo, comenzaron las guerras italianas, en las cuales los mercenarios suizos eran un accesorio en la línea del frente entre las facciones beligerantes, a veces por Francia y, a veces por la Santa Sede o el Sacro Imperio Romano Germánico. Los mercenarios se reclutaron cuando se oyó decir que el rey Carlos VIII de Francia planeaba una guerra en contra de Nápoles, entre cuyos participantes estaba el cardenal Giuliano della Rovere, el futuro Julio II. Fue creada el 21 de enero de 1506, tres años después de que el Papa Julio II ocupara la silla de San Pedro y pidiera, a los nobles suizos, soldados para su protección, formando una compañía de 150 hombres. En ese momento, la elección lógica fueron los mercenarios suizos, debido a la reputación que se habían labrado en las Guerras de Borgoña. La fecha oficial de su fundación es, pues, el 21 de enero de 1506. Diversos hechos de armas han inmortalizado la bravura de estos soldados, pero el más memorable ocurrió el 6 de mayo de 1527 cuando se enfrentaron a un millar de soldados alemanes y españoles durante el saqueo de Roma por parte de las tropas del emperador Carlos V. Lucharon ante la basílica de San Pedro y siguieron combatiendo mientras retrocedían hasta los escalones del altar mayor. Sobrevivieron sólo 42 de los 150 guardias suizos; estos formaron un círculo alrededor del Papa Clemente VII y lograron que escapara por un pasaje llamado Passetto di Borgo que conduce al castillo de Sant'Angelo. Rememorando este hecho, cada 6 de mayo los nuevos alabarderos juran sus cargos ante el Papa y los ascendidos toman posesión. No se considera que la Guardia Suiza pertenezca a ninguna otra organización: su función exclusiva es la de ejército del Estado soberano de Ciudad del Vaticano. Está compuesta por unos cien soldados: el Comandante de la Guardia Suiza, con el rango de coronel, el Vicecomandante de la Guardia Suiza y un capellán, teniente coronel, un oficial con el grado de comandante, dos oficiales de rango capitán, 23 mandos intermedios suboficiales, 70 alabarderos y dos tamborileros. Se les entrena en procedimientos y manejo de armas modernas como el fusil suizo SIG 550 y las pistolas SIG Sauer P220 y P226, aunque también se les enseña a manejar la espada y la alabarda. Reciben lecciones de autodefensa, así como instrucción básica en tácticas defensivas de guardaespaldas similares a las utilizadas en la protección de muchos jefes de Estado. Los reclutas deben ser varones que cumplan los siguientes requisitos:
La bandera porta en la parte inferior las armas de Julio II, en la superior las del Papa actual y en el centro las armas de su comandante. Pueden casarse si prorrogan su enrolamiento por 2 años más, siendo necesaria la aprobación del capellán. UniformeEl actual uniforme fue diseñado por el Comandante de la Guardia Jules Répond (1910-1921) a partir del modelo que se atribuye a Miguel Ángel hecho en 1505 a la moda de entonces, y en los colores de librea de la Casa del Papa Julio II, della Rovere, por lo que es considerado una de las vestimentas militares en activo más antiguas del mundo, siendo mucho más vistoso, alegre y brillante que el que tenían ya bastante avanzado el siglo XIX: el yelmo, ornado con una pluma roja o blanca, según la graduación; los guantes blancos, la coraza, que aún tiene una reminiscencia medieval, y el morrión, negro o en metal, que es del estilo del que llevaban los soldados españoles en el siglo XVI. El color rojo fue introducido por el Papa León X, en referencia al escudo de los Médicis. El uniforme bermejo de los oficiales está basado en el que usaban los guardias españoles del Imperio durante el reinado de Felipe II. Van armados de alabarda y espada ropera, aunque al prestar servicio añaden armas modernas de infantería, pistola, ametralladoras y subfusiles y fusiles de asalto, además de explosivos con los que realizan un alto entrenamiento profesional y táctico militar. Los guardias suizos no usan propiamente botas altas, aunque sí calzas a las piernas, sujetas a la altura de la rodilla por una liga dorada y cubiertas por polainas según la ocasión y clima. Este uniforme expresa la alegría de ser soldado, de combatir y de estar al servicio del Papa. Aunque también el color rojo simboliza la sangre derramada en defensa del Papado. CuartelLa Guardia Suiza tiene su cuartel frente al Palacio Apostólico Pontificio. | |
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El martes 12 de marzo a las 16:30 hora local, el secreto se instaló de nuevo en la Capilla Sixtina.
Un secreto que tapa y enmudece los matices -o las líneas de división- internos de la iglesia y que excluye a los fieles de los contenidos del debate electoral.
La única información objetiva de que disponemos en estos momentos es que, en la primera tarde del cónclave, de la chimenea de la Capilla Sixtina surgió una "fumata nera": es decir, no hubo acuerdo entre los cardenales.
El secreto que rodea a la elección de los papas es quizá la herramienta más antigua de que dispone la Iglesia para proyectar una imagen de unidad sin fisuras.
"Un grupo conservador"
Sin embargo, lo que sucede en el interior del cónclave es terreno abonado para el análisis y la especulación. Y muchos vaticanistas hablan de un cónclave recorrido por diferencias internas (¿qué proceso electoral no lo es?) que apuntan más a formas diversas de entender el gobierno de la Iglesia que a cuestiones doctrinales.
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"Estamos ante un grupo conservador. El elegido podría tener un lenguaje más sutil en estos temas, una imagen más fresca, joven y energética, pero no se esperan cambios profundos"
Robert Mickens, autor de "The Vatican implosion"
No se espera -dicen- que cuestiones potencialmente polémicas como el aborto, la homosexualidad o el divorcio centren el debate.
El acuerdo sobre estos puntos entre los cardenales electores -todos ellos nombrados por los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI- es prácticamente unánime.
"Estamos ante un grupo conservador. El elegido podría tener un lenguaje más sutil en estos temas, una imagen más fresca, joven y energética, pero no se esperan cambios profundos", le dice a BBC Mundo el vaticanista Robert Mickens, autor del libro "The Vatican implosion".
En cambio, los últimos escándalos -especialmente las acusaciones de corrupción puestas sobre la mesa por el caso Vatileaks- han hecho que muchos se replanteen el propio gobierno de la Iglesia, cómo y quiénes gestionan la institución.
Gobernanza
"Hace ocho años, cuando los cardenales se reunieron para elegir al sucesor de Juan Pablo II, la palabra clave era continuidad ( ). El arquitecto intelectual del papado de Juan Pablo II, el cardenal Joseph Ratzinger, pareció la elección obvia. Ahora, hay otro tema crucial, aunque podría no llevar a un candidato concreto. En una palabra, el tema central esta vez parece ser la gobernanza", escribe John L. Allen Jr, corresponsal de National Catholic Report.
Algunos analistas, como Paolo Mastrolilli, editor del diario La Stampa, señalan que a un lado se sitúan los cardenales que defienden una reforma de calado de la Curia, algo así como el aparato del Estado sobre el que se asienta la Santa Sede y la Iglesia.
"Este grupo estaría compuesto principalmente por cardenales no italianos. Las últimas controversias pusieron sobre la mesa la necesidad de reformar el gobierno de la Iglesia.
"El Instituto para las Obras Religiosas, conocido como el banco del Vaticano, necesita un cambio. Y hay quienes defienden un cambio de comportamiento entre quienes dirigen la Iglesia. Una mayor habilidad de comunicación, mayor transparencia y modernización", le comenta a BBC Mundo Mastrolilli.
Frente a esta tendencia se situarían mayoritariamente cardenales italianos miembros de la curia, quienes prefieren "discutir los escándalos, pero no demasiado", en palabras del vaticanista italiano.
Buen pastor, buen administrador
Paradójicamente, el candidato del primer grupo sería un italiano, Angelo Scola, obispo de Milán, y el del segundo, un latinoamericano, Odilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo.
Sin embargo, Mickens considera que esta división en dos grupos enfrentados claramente es "demasiado simplista".
"Los escándalos de la Iglesia están muy presentes en Italia, no sé si tanto en Brasil, Colombia o Filipinas. Los periódicos hablan de una reforma de la curia que consistiría en alejar del Vaticano a quienes se vieron salpicados por los escándalos. En cambio, para la curia, la reforma pasa más por un mayor reparto del poder y la responsabilidad con los obispos del resto del mundo", indica Mickens.
"No creo que haya dos grupos bien diferenciados. Son más. Pienso que tanto el origen geográfico como la defensa de una reforma son temas transversales"
Andrés Beltrano Álvarez, colaborador de Vatican Insider
Para este vaticanista estadounidense -además de la mencionada reforma- hay otros temas sobre la mesa: la posibilidad de ceder el trono de Pedro a un no europeo, el impulso evangelizador en una Iglesia que "pierde fieles" y una mayor apertura a la pluralidad.
Encontrar un candidato de unidad en todas estas cuestiones, apunta Mickens, no será fácil.
"Se busca un pastor que sea buen administrador", afirma.
En la misma línea se pronuncia Andrés Beltrano Álvarez, colaborador de la publicación Vatican Insider.
"No creo que haya dos grupos bien diferenciados. Son más. Pienso que tanto el origen geográfico como la defensa de una reforma son temas transversales. Es cierto que cardenales africanos, latinoamericanos y estadounidenses coinciden en ese punto. Pero también los hay italianos. No es una cuestión de procedencia", le comenta Beltrano a BBC Mundo.
Dispersión del voto
Si nos situamos en este escenario de mayor complejidad, hablar de dos candidatos únicos es precipitado.
"Creo que al principio habrá una dispersión del voto. Se habla de al menos tres o cuatro nombres: el canadiense Marc Ouellet, quien tiene experiancia pastoral, en la curia y es norteamericano sin ser estadounidense; Scherer, cercano a la curia; y Scola, italiano crítico con el gobierno vaticano. Pero hay más", concluye Beltrano.
En el primer día de cónclave, es imposible saber quién y cuándo reunirá el consenso necesario de dos tercios de los 115 cardenales electores (77 votos) y se convertirá en Papa.
De momento, sólo una cosa es segura: la sede continúa vacante.