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domingo, 5 de mayo de 2013

[NotiRD] Domingo, 05 de Mayo 2013.

NotiRD te Informa Cortesía de Livio.com






Escrito por: Diógenes Tejada (d.tejada@elnacional.com.do)

AEROPUERTO de LAS AMéRICAS.  Tres de los principales ejecutivos de la transnacional canadiense Barrick Gold renunciaron de la empresa, según trascendió, disgustados por el mal manejo de los asuntos en la compañía. Los informes obtenidos  dan cuenta de que los renunciantes de la minera que en el país explota los yacimientos  de oro y plata de Pueblo Viejo, Cotuí, son el argentino Guillermo Calo, vicepresidente de la Barrick para América del Sur; Robert Mayne Nicholls, director de Operaciones y Rodrigo Jimenes, de asuntos corporativos.

Los renunciantes descubrieron, entre las irregularidades, que el oro que la Barrick Gold extraía de minas de varios países donde tiene contratos con sus gobiernos decía que el mineral era sacado de los Estados Unidos, así como pagos privilegiados a favor de otros ejecutivos de la empresa.

Pusieron como ejemplo el caso del vicepresidente internacional de la minera canadiense John Thornton, quien recibió en su primer año de gestión en la empresa la  suma de 17 millones de dólares por sus servicios, con opción de comprar acciones en los países donde la Barrick tiene instalaciones.

Se reveló que los tres ejecutivos detectaron otras irregularidades cometidas por la transnacional al revisar los libros de la empresa, incluyendo supuestos casos de evasiones fiscales en algunos de los países donde tiene contratos de explotación de minas de oro y plata.

Los informes dan cuenta de que también los tres ejecutivos renunciantes de la Barrick Gold mostraron su desacuerdo con los métodos empleados por la empresa en la explotación de una mina de oro en Chile, donde causó graves daños al medio ambiente.

 La justicia chilena suspendió  las operaciones de la Barrick, que explota la mina de oro localizada en la frontera entre esa nación y Argentina.

De acuerdo con los  informes,  la renuncia de los tres  ejecutivos de la Barrick Gold para América del Sur  se produjo hace aproximadamente un mes, pero fue ahora cuando trascendió,  causando  conmoción en Estados Unidos, República Dominicana y otras naciones donde la minera canadiense tiene contratos de extracción de oro y plata.

La Barrick mantiene un conflicto con el Estado dominicano al negarse a firmar un nuevo contrato por la explotación de la mina de oro y plata de Pueblo Viejo, Cotuí, de donde ha sacado embarques  de ambos minerales por 518 millones de dólares.

La empresa no solamente se niega a renegociar un nuevo contrato con el Gobierno, sino que se resiste al pago de 992 millones de dólares que la Dirección General de Aduanas le aplicó por cometer  irregularidades  en todas las exportaciones de oro y plata. 

Actualmente las autoridades aduanales mantienen retenido en el Aeropuerto Internacional de Las Américas  el embarque número 28 de oro y plata, por  valor de 22 millones de dólares, que la Barrick Gold pretendía llevar a Canadá  vía Estados Unidos.

Diversos sectores de la sociedad, las iglesias católica y evangélica,  el país  en sentido general, han venido reclamando al Gobierno tomar acciones definitivas contra la Barrick Gold  para que la nación reciba más beneficios por la extracción del oro y plata de Pueblo Viejo.

El respaldo al Presidente de la República,  licenciado Danilo Medina Sánchez, se ha hecho sentir con más fuerza luego de que el 27 de febrero el mandatario anunciara la revisión del contrato con la Barrick Gold,  algo que no ha ocurrido hasta el momento.




Escrito por: PEDRO CASTRO (p.castro@elnacional.com.do)

El Séptimo Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional prepara más de 40 citaciones  de testigos a cargo y a descargo en el proceso seguido a Elías Wessin Chávez, ex administrador de Bienes Nacionales y dos de sus principales colaboradores, para la audiencia del viernes 17 de mayo.

Las citaciones serán enviadas  a partir del lunes al grupo que encabeza Licelot Marte de Barrios, presidenta de la Cámara de Cuentas y los contadores Elvin Peguero Aurich y Cástulo Virgilio Perdomo, auditores que practicaron en la auditoría.

A estos dos contadores la Dirección Nacional de Prevención de la Corrupción (DPCA) de la Procuraduría General de la República lo quiere oír en el tribunal como peritos.

Marte de Barrios ha sido requerida como testigo a descargo por los abogados Abel Rodríguez del Orbe y Marino Feliz, para destruir la acusación formulada en base al informe de los técnicos de la Cámara de Cuentas.

A juicio de los abogados  la auditoria fue manejada para perjudicar a su defendido  por alegados problemas en el avalúo de unos terrenos.

La  acusación incluye además a Elvin Leonor Arias Morbán y José Jacobo de León, subadministradores.

El Ministerio Público presentó acusación por la alegada  prevaricación, desfalco y asociación de malhechores, previstas y sancionadas por los artículos 166, 167, 169, 170, 171, 172 (restablecidos por la Ley 3379 del 8 de septiembre de 1952), 265 y 266 del Código Penal, y 146 de la Constitución.

La fiscal adjunta Ramona Nova es quien está representando al Ministerio Público por la DPCA.

La jueza Kenya Romero  se ha visto compelida aplazar en dos ocasiones el proceso por la incomparecencia de los testigos.

Los testigos que aporta la Fiscalía del Distrito Nacional  al juicio preliminar seguido a Wessin Chávez no tienen nada que aportar al proceso porque la conducta que se denuncian no son ilícitas "no hay ningún ilícito penal",  han sostenidos sus abogados.

Asismismo, que "esas pruebas que presenta la Fiscalía no acreditan ninguno de los hechos  que se denuncian en la auditoria, por lo que serán invalidadas en el proceso, deberán ser excluidas por impertinente al proceso porque con ella no se prueba ningún hecho ilícito", ha sostenido  Féliz.

Entre las pruebas  testimoniales que presentó la Fiscalía figuran Rosa Eduviges Piantini Rodríguez, Luis Antonio Peguero Cabrera, Joan Manuel Senra.



 

 
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Escrito por: RICARDO RODRIGUEZ ROSA

SANTIAGO.-   Esta ciudad comenzó hoy  a recobrar la normalidad, luego que en la tarde de ayer fuera azotada por una tormenta con fuertes  vientos,  lluvias, truenos, relámpagos y granizos, que derribó árboles, afectó el servicio eléctrico y dañó casas y negocios.

El fenómeno  también impactó, aunque en menor medida, las ciudades de La Vega, Moca y Mao, informó  Francisco Arias, subdirector nacional de la Defensa Civil con asiento en esta ciudad.

En esas localidades, de acuerdo a los datos aportados por Arias, los daños fueron menores, aunque sus residentes se mantuvieron todo el tiempo a la expectativa, ante la posibilidad de que la situación empeorara.

Precisó que brigadas de ese organismo, de la Alcaldía y los bomberos trabajan desde las primeras horas de anoche en el retiro de los árboles, ramas, letreros, techos de viviendas y otros objetos derribados por los vientos y las lluvias y que a media mañana de hoy la normalidad había regresado a más de un 90 por ciento de los lugares afectados.

Dijo que, a pesar de la fuerza de los vientos y los aguaceros, no se produjeron daños humanos ni inundaciones, porque los eventos  duraron unos 30 minutos.

Algunos vehículos que se hallaban estacionados en sectores como El Ensueño y los alrededores de la antigua fortaleza San Luis fueron impactados por ramas de árboles que cedieron ante los embates de las ráfagas de viento.

La granizada  sorprendió a la mayoría de los santiagueros que vivieron ese evento, ya que hacía años no se producía aquí con la magnitud de la ocurrida ayer.

El  aguacero fue el primero de  este mes, por lo que miles de personas salieron a calles y avenidas a disfrutar de sus aguas,  siguiendo la tradición  de que las primeras lluvias de mayo rejuvenecen y traen consigo buena suerte el resto del año.

Otros aprovecharon para recoger granizos, especialmente los trozos de tamaños mayores, los que consumieron, también en busca de que el destino les depare mejor suerte.

Resuelve averías

Técnicos de Edenorte lograron restablecer este sábado el sistema eléctrico que colapsó casi por completo la tarde de ayer, como consecuencia de esa breve pero fuerte tormenta que derribó postes eléctricos y cables.

Los fuertes vientos provocaron las caídas de árboles, los que a su vez impactaron el cableado del sistema eléctrico, afectando la mayoría de los circuitos que regulan la distribución aquí, lo que originó serios inconvenientes casi a nivel general.

Inmediatamente cesaron las lluvias y los vientos,  las brigadas de Edenorte comenzaron a reparar los daños al sistema eléctrico.

En esa circunstancia, se vieron en la necesidad de trabajar sin descanso por casi 18 horas, hasta que finalmente hoy lograron reparar todas las averías y regular el servicio.

Tormenta  Santiago

Meteorología explicó que fue una tormenta, acompañada de lluvias, ráfagas de viento, granizos y tronada, la que afectó ayer en la tarde esta ciudad de Santiago.

El fenómeno destruyó techos de viviendas, derribó árboles, causó daños a  vehículos y así como a plantaciones agrícolas.

El fenómeno atmosférico estuvo asociado a la vaguada ubicada al norte del país, generada por nimbo, que son nubes amplia y vertical que causan tormenta acompañada de lluvias, granizada y tronada.


 

Hipólito y Miguel rompieron el hielo y se reunirán otra vez para hablar de política

Hipólito Mejía se reunió de inmediato con los dirigentes Andrés Bautista, presidente en funciones, Orlando Jorge Mera, secretario general, y Geanilda Vásquez, entre otros, para darle información sobre lo hablado con Vargas Maldonado.

Hipólito y Miguel rompieron el hielo y se reunirán otra vez para hablar de política
Miguel, Esquea Guerrero, Hipólito, Orlando y Milagros Ortiz Archivo Acento.com.do

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El ex presidente Hipólito Mejía confirmó este sábado que sostuvo una reunión con el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, y que se trató de un almuerzo convocado en Pedro Brand, en el vacacional Lomas Lindas, donde el ex secretario de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez, tiene un residencia campestre. El lugar está ubicado en el kilómetro 29 de la Autopista Duarte

En las gestiones para que se diera el encuentro habrían participado dos importantes figuras de la Iglesia Católica, las cuales auspiciaron que los dos dirigentes del PRD dialogaran. Acento.com.do pudo enterarse que Miguel Vargas Maldonado estaría interesado en hablar con Hipólito Mejía sobre el futuro inmediato del PRD y algunas gestiones de acuerdos que estarían gestándose, incluyendo el abandono de su parte de la presidencia del PRD para que alguien sobre el que habría consenso sea quien asuma la dirección de esa organización.

En la reunión, sin embargo, no hubo acuerdos. Se habló sobre el futuro del PRD y las posibilidades de encontrar una fórmula para que se pueda realizar una convención que unifique a esa organización política.

Hipólito Mejía se reunió de inmediato con los dirigentes Andrés Bautista, presidente en funciones, Orlando Jorge Mera, secretario general, y Geanilda Vásquez, entre otros, para darle información sobre lo hablado con Vargas Maldonado. Mejía sostiene la postura de que todo cuanto hable con Vargas Maldonado lo informará a la dirección del PRD que sigue de cerca los acontecimientos de esa organización, supo este diario digital.

La reunión se sostuvo durante una hora. Acompañaron a Miguel Vargas el ex jefe de la Policía Rafael Guerrero Peralta, y a Mejía el general Carlos Luciano Díaz Morfa. En encuentro se inició a las 12 del mediodía del viernes y finalizó a la una de la tarde.

El acuerdo es que habrá próximas reuniones que concluyan en negociaciones para buscar un acuerdo en el PRD.

Miguel Vargas confirmó en su cuenta de Twitter que la reunión se produjo. "En almuerzo con expresidente Hipólito Mejía de ayer, acordamos reunirnos posteriormente para tratar temas políticos y de interés nacional", dice Vargas a través de su cuenta @MiguelVargasM.

Sotos Jiménez confirmó a Diario Libre la reunión. Dijo: "Yo invité en un almuerzo al presidente Mejía y al presidente Miguel Vargas y entonces disfrutaron de un almuerzo en mi residencia en donde se acordó que posteriormente se iban a hablar temas políticos y de interés nacional".



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La semana: Subero y Sun Land, la Barrick Gold y las pugnas en el PRD y en el PLD

En el PRD, dividido y debilitado, se ensayan posibles salidas a la crisis que cada día lo aleja más del poder

La semana: Subero y Sun Land, la Barrick Gold y las pugnas en el PRD y en el PLD
Carolina Batista, Fausto Rosario Adames y Gustavo Olivo Peña. Esteban Morales/ Acento.com.do

Al parecer se acerca el final de las negociaciones entre el Gobierno dominicano y la transnacional Barrick Gold, aunque se desconoce si habrá acuerdo o se irá al arbitraje internacional.

En el PRD, dividido y debilitado, se ensayan posibles salidas a la crisis que cada día lo aleja más del poder. Sin embargo, en la próxima semana tomaría forma algunas propuestas de negociación interna, que conllevarían nombrar a un presidente interino.

 

http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=cwKOShLUdz0



Fallece una leyenda de Cuba y Latinoamérica: César Portillo de la Luz

La lista de intérpretes que cantaron los temas de Portillo, incluye nombres como los de Nat King Cole, Pedro Infante, José José, Lucho Gatica, Luis Miguel, Plácido Domingo, Caetano Veloso y Cristina Aguilera

Fallece una leyenda de Cuba y Latinoamérica: César Portillo de la Luz
César Portillo de la Luz. Foto cortesía de Juventud Rebelde.

La Habana, 4 may (EFE).- El músico cubano César Portillo de la Luz, uno de los más reconocidos compositores cubanos por temas como "Contigo en la distancia" y "Tú mi delirio", falleció hoy en La Habana a los 90 años, informaron medios oficiales sin precisar la causa de su muerte.

La estatal Agencia de Información Nacional (AIN) indicó que "por voluntad propia" el cuerpo del músico será cremado y sus cenizas estarán expuestas el próximo lunes en una funeraria de La Habana.

Considerado un autor imprescindible de la música iberoamericana, Portillo fue uno de los compositores más prolíficos de Cuba y uno de los grandes defensores del bolero.

Junto con otros músicos cubanos como José Antonio Méndez, fue fundador del movimiento musical llamado "filin" (hispanización del termino inglés "feeling" que se refiere al sentimiento en la interpretación) que renovó el bolero en los años cincuenta al incorporar elementos armónicos y melódicos propios del jazz.

"Su conocida obra como autor enriqueció el patrimonio de la canción cubana y universal con temas como Contigo en la distancia y Tú mi delirio, ambas con más de 100 versiones", afirmó hoy la AIN.

La lista de intérpretes que cantaron los temas de Portillo, incluye nombres como los de Nat King Cole, Pedro Infante, José José, Lucho Gatica, Luis Miguel, Plácido Domingo, Caetano Veloso y Cristina Aguilera. EFE

Bolero Contigo en la distancia

Bolero Tú mi delirio



Medina espera reunión convocada por Maduro ratifique Petrocaribe

Informó que otro reclamo que se le hizo al presidente norteamericano fue la venta de gas natural con tecnología estadounidense, aunque Obama les explicó que Estados Unidos aún no está preparado para exportar este producto

Medina espera reunión convocada por Maduro ratifique Petrocaribe
Danilo Medina al regresar a República Dominicana. Foto cortesía de la DICOM

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El presidente Danilo Medina se mostró esperanzado este sábado de que en la reunión que se celebrará mañana domingo, 5 de mayo, en Caracas, se ratifique el acuerdo de Petrocaribe.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, convocó a los países miembros del acuerdo de Petrocaribe para un cónclave que se llevará a cabo en la capital venezolana, al cual asistirá el presidente dominicano y los gobernantes de los demás países que integran el convenio comercial.

Petrocaribe, una iniciativa del fallecido presidente Hugo Chávez, financia la compra de petróleo de Venezuela a los países de la región, en condiciones crediticias favorables y a menor tasa de interés que las del mercado internacional.

El mandatario dominicano habló a su retorno al país procedente de San José, Costa Rica, donde conversó  con el presidente estadounidense Barack Obama y participó en la sesión plenaria  de la reunión especial  del Sistema de Integración Centroamericana y los Estados Unidos (SICA-EEUU).  Su llegada fue por el aeropuerto El Higüero Joaquín Balaguer.

Medina ratificó que viajará a la capital venezolana para asistir a la reunión convocada por el presidente Maduro.

"Creo que fue una reunión fructífera, porque tuvimos la oportunidad de poder explicar incluso problemas que pueden ser negativos para nuestra región, como es el Tratado del Pacífico, que va a incluir un mercado de 2,700 millones de dólares"

El presidente dominicano dijo que desconoce la agenda que se agotará en ese encuentro y aunque está consciente de que el acuerdo será discutido bajo las perspectivas del nuevo gobierno venezolano.

"Me sentiría muy bien con que el nuevo gobierno de Venezuela ratifique el que va a seguir entregando la cuota que tenemos en Petrocaribe", precisó.

Medina afirmó que nunca se ha cumplido la cuota que República Dominicana tiene asignada en Petrocaribe, pero aclaró que de todas formas "tenemos poca capacidad de refinación y procesamiento del petróleo" que nos llega del país sudamericano.

Reunión del Sica

Sobre la reunión de los estados miembros del SICA y el presidente Obama, Medina apuntó que se trató de un acercamiento de los Estados Unidos con los países de la región y obedeció al interés del presidente norteamericano de escuchar a los mandatarios que forman parte del Sistema de Integración  Centroamericana y de República Dominicana.

Agregó que Obama quería escuchar esas opiniones sobre temas fundamentales, como son la posibilidad de hacer negocios que permitan la creación de empleos y la inclusión social y cómo se puede mejorar el costo de la energía en los países de la región.

Otros temas tratados con el presidente Obama fueron la inseguridad, el narcotráfico, inmigración, transparencia y fortalecimiento institucional.  Con el presidente norteamericano, los mandatarios de la región discutieron también la colaboración y asistencia de Estados Unidos para combatir al narcotráfico.

Según Medina, estos, entre otros, fueron los puntos más importantes discutidos con el presidente de Estados Unidos, a quien sus homólogos de la región le dieron su apoyo para que siga adelante con la reforma inmigratoria que ha propuesto en su país, donde hay una gran población de dominicanos y  de Latinoamérica.

"Creo que fue una reunión fructífera, porque tuvimos la oportunidad de poder explicar incluso problemas que pueden ser negativos para nuestra región, como es el Tratado del Pacífico, que va a incluir un mercado de 2,700 millones de dólares, que puede afectar a los pequeños tratados que han sido  ejecutados en América Latina.   El presidente Obama se comprometió con nosotros  que cualquiera de las cláusulas que se van a discutir, serán estudiadas previamente con nosotros  para Estados Unidos poder defender en esas discusiones los intereses de la región, de tal forma  que no se le dé a un bloque más beneficios que lo que recibimos", apuntó.

Informó que otro reclamo que se le hizo al presidente norteamericano fue la venta de gas natural con tecnología estadounidense, aunque Obama les explicó que Estados Unidos aún no está preparado para exportar este producto.

Apuntó que Obama se comprometió a que tan pronto Estados Unidos esté listo para vender el gas natural al exterior se reunirá nuevamente con los países de la región para discutir los términos de esa venta.


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Tornado en La Vega afectó 30% de plantaciones de plátano y arroz

LA VEGA.- Entre un 20 y 30 por ciento de las plantaciones agrícolas de plátanos y arroz de La Vega resultaron afectadas, a causa del tornado que sorprendió la madrugada del sábado a los habitantes de esa provincia cibaeña.

Durante un recorrido realizado por el director del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Radhames Valenzuela, junto al administrador del Banco Agrícola, Ángel Estévez, se pudo determinar la situación dejada por el fenómeno, que además de los fuertes vientos, produjo granizadas.

Valenzuela afirmó que los asentamientos más afectados fueron Rancho Viejo, Camú y Las Cabuyas, compuestos por 1, 304 parceleros, distribuidos en 22, 640 tareas.

"Aunque los daños no fueron significativos, instruimos a nuestros técnicos para que inicien los levantamientos de lugar, para tener un diagnostico más acabado en el menor tiempo posible, y de ahí determinar las acciones a seguir'', aseguró Valenzuela.

Lamentó la situación dejada por el fenómeno y exhortó a los parceleros a no escatimar esfuerzos en la continuación de la siembra, porque el presidente Danilo Medina, y el equipo que le acompaña, están empeñados cada día en mejorar la situación de los hombres del campo.

De su lado, Apolinar Germosén, presidente del Consejo Nacional de Parceleros, agradeció el gesto de los funcionarios, de acudir a las zonas afectadas, "porque en momentos difíciles como estos, es que se hace necesario la mano solidaria de las autoridades".

 

SANTO DOMINGO.- La directora ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana afirmó que en los primeros tres meses de este año las ventas en el país cayeron en 20 por ciento.

Circe Almánzar dijo que sufrieron reducción significativa las bebidas alcohólicas, bebidas gaseosas y aceites comestibles.

Sin embargo, dijo que el sector manufactura ha tenido un comportamiento adecuado, y que la minería, como todo el mundo sabe, experimenta un importante dinamismo.

Otro sector que tuvo una drástica caída fue el de la construcción, en un 58 por ciento. En tal sentido sugirió al gobierno ejecutar obras de infraestructuras como forma de dinamizar la economía.

Entrevistada por Héctor Herrera Cabral en el programa D´Agenda,  que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11, recordó que las construcciones de aulas anunciadas por las autoridades, como parte de la inversión del cuatro por ciento a la educación, han confrontado inconvenientes.

Almánzar puso en duda que si la economía continúa como en los tres primeros meses, el Producto Interno Bruto pueda crecer en un tres por ciento,  como se ha proyectado.

Por otra parte, aseguró que el nivel de las actividades económicas durante el primer cuatrimestre del presente año fue muy pobre.

Circe Almánzar atribuyó la situación a la drástica reducción del gasto público por parte del gobierno en los primeros meses del año.

Almánzar dijo que a eso hay que agregar el fuerte impacto que ha tenido sobre el sector productivo del país, la última reforma fiscal puesta en marcha por la administración del presidente Danilo Medina.

No obstante, calificó como una señal positiva la reducción del déficit fiscal logrado por la actual gestión

Explicó que además de las medidas anunciadas para dinamizar la economía, las autoridades deben buscar los mecanismos de lugar para flexibilizar el financiamiento al sector productivo nacional.

"Pero en términos generales, el nivel de las actividades productivas en el primer cuatrimestre del presente año fue muy pobre", precisó la directora ejecutiva de la AIRD.



Historia del derrocamiento de Juan Bosch (La huelga de comerciantes)

"Bruscamente, Wessin ordenó a su chofer detener el vehículo que había estado dando ya, de regreso, vueltas por el barrio donde Piantini vivía y le ordenó bajarse, a una cuadra de su cada. Lidia Noesí, con la que recién había contraído matrimonio, puso cara de asombro cuando le vio llegar caminando"

Historia del derrocamiento de Juan Bosch (La huelga de comerciantes)
Presidente Bosch, durante un discurso. Acento.com.do/Archivo

El golpe de Estado contra Bosch (IX)

"Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello que arrepentirse de no haber hecho nada". (Giovanni Boccaccio).

"No es necesario creer en una fuente sobrenatural del mal.  Los hombres son, por sí mismos, capaces de todas las maldades". (Joseph Conrad)

El segundo conflicto con Haití, la huelga de comerciantes del viernes 20 y las protestas originadas por el cierre de varias estaciones de radio, llevaron la crisis política a su punto más álgido.  Los rumores de un golpe inminente, que eran parte de la cotidianidad nacional, se acrecentaban con el paso inexorable de las horas.

El Gobierno parecía indefenso ante el avance de sus adversarios y aún los más optimistas no pensaban posible un respiro con motivo del feriado del Día de las Mercedes.  Aquel 24 de septiembre de 1963, los jefes de Estado Mayor de las tres ramas castrenses –Fuerza Aérea, Ejército y Marina- y la Policía, estaban reunidos desde temprano con el mayor general Viñas Román, en su despacho de Ministro de las Fuerzas Armadas en el Palacio Nacional.  El propósito de esta reunión inusual consistía en pedirle al Presidente, con carácter definitivo, un pronunciamiento público y enérgico contra el comunismo.  A este debían seguir, de inmediato, medidas concretas contra figuras del Gobierno tildadas de marxistas.

A esta reunión de jefes de cuerpo sólo asistieron Viñas Román y los generales de brigada Miguel Atila Luna Pérez, de la Fuerza Aérea; Renato Hungría Morel, del Ejército y Julio Alberto Rib Santamaría, de la Marina y Belisario Peguero, de la Policía.  La reunión llegó a oídos de Bosch, quien equivocadamente creyó que el promotor de la misma había sido el coronel de tanques Elías Wessin y Wessin.  Este error le resultaría muy costoso y precipitaría los acontecimientos a un ritmo impredecible, que estuvieron lejos de calcular siquiera los generales reunidos esa mañana en Palacio.

Esta vez sí Bosch dio crédito a la posibilidad de una asonada militar.  Pero la noticias de la reunión no llegaron a él hasta algunas horas después, en la tarde.  Procedió a instruir a su ayudante militar, el coronel Calderón, que localizara inmediatamente al coronel Rafael Fernández Domínguez, el único oficial en que creía a esa hora capaz de detener los designios de los jefes militares.  Calderón informó hora y media después al Presidente que Fernández Domínguez se encontraba lejos de la ciudad, en Cenoví, un campo cercano a San Francisco de Macorís, una importante ciudad distante a unos 150 kilómetros al noreste.  Bosch dispuso que se hicieran todos los arreglos para traer al oficial a su presencia.

Fernández Domínguez se presentó en casa del Presidente alrededor de las 10 de la noche y, en presencia de Calderón, Bosch le explicó cuánto estaba sucediendo.  Le dijo que creía que estaba en marcha una conspiración.  Se temía que pudiera estallar esa misma noche o en las primeras horas del día siguiente.

Bosch pidió encarecidamente a Fernández Domínguez que movilizara a los oficiales en los que él tenía confianza, mientras él se iría a Palacio Nacional, para esperar "vivo o muerto" que el oficial actuara.

El Presidente había asistido esa noche a una recepción en el Club de Oficiales de las Fuerzas Armadas, en honor al vicealmirante de los Estados Unidos, William Ferrall, que iniciaba una visita oficial al país.  La presencia de ese alto oficial norteamericano no favorecía una acción golpista, creían personas allegadas a las esferas más elevadas del Gobierno.  Pero los informes de descontento en la cúpula castrense seguían creciendo.  Cualquier cosa podía suceder.

En la recepción, Bosch aconsejó a Viñas Román, a Hungría Morel y a Rib Santamaría que se les unieran en su residencia más tarde, pero les pidió que antes asistieran a un agasajo que en honor del Ballet Folklórico de México, en gira por el país, se ofrecía en el club del campamento militar de Sans Soucí.  A la fiesta dedicada al vicealmirante Ferrall no asistió el general Luna, de la Fuerza Aérea.

Viñas y los jefes del Ejército y la Marina estaban intrigados por la actitud del Presidene.

La versión de Bosch que aparece en este capítulo fue ofrecida por él mismo al rendir un testimonio de su relación con el coronel Fernández Domínguez, en un acto organizado el 19 de mayo de 1979, al conmemorarse el catorce aniversario de la muerte del oficial, ocurrida durante un asalto al Palacio Nacional, durante la revuelta de 1965 que trató de reponer vanamente a Bosch en el poder y que generó pronto en una guerra civil.  Los testimonios ofrecidos en ese acto por numerosas personas fueron recogidos en un libro por su viuda, Arlette de Fernández, titulado Coronel Fernández Domínguez: Fundador del Movimiento Constitucionalista  (Editora Alfa y Omega, 1980).

Mientras tenía lugar la reunión de altos jefes militares en el Palacio, a las nueve de la mañana del 24 de septiembre, ante el primer teniente de la Fuerza Aérea, Freddy Piantini Colón, de 22 años, comandante de la dotación de tanques asignada a la protección de la casa del Gobierno, se presentaron dos oficiales  de su mismo rango con instrucciones de relevarlo del puesto.

Los tenientes Marino Almánzar, comandante de Mantenimiento de los Blindados con asiento en la base de San Isidro, y Juan Mejía de Dios, tenían órdenes de relevar de inmediato a Piantini.  Los tres oficiales eran amigos y Piantini asumió las instrucciones como una medida rutinaria.  Como tratábase de un relevo de mando dentro de la ciudad, no requería de una orden escrita, que no traían sus dos compañeros de academia.  Era una orden del coronel Wessin, director del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas, la más poderosa dotación militar del país, díjole Almánzar, que había hecho el viaje conduciendo su propio auto.

Bruscamente, Wessin ordenó a su chofer detener el vehículo que había estado dando ya, de regreso, vueltas por el barrio donde Piantini vivía y le ordenó bajarse, a una cuadra de su cada.  Lidia Noesí, con la que recién había contraído matrimonio, puso cara de asombro cuando le vio llegar caminando

Piantini procedió a mostrarles a los dos oficiales el recinto, lo que le tomó unos 15 minutos.  Luego sugirió conveniente dar participación al general Viñas Román de su relevo y su marcha seguida a San Isidro, donde esperaba se le asignara un nuevo servicio.  Las instrucciones que él tenía eran que los tanques asignados a la protección del Palacio estaban directamente bajo el mando del Ministro Viñas Román.  El teniente Mejía se mostró en principio renuente a informar al jefe militar, pero Piantini insistió y lo convenció de subir al despacho del Ministro.

Apenas unas semanas antes, un domingo, cuando llegaba de misa a su casa, en la calle Puerto Rico, del ensanche Ozama, en el sector oriental de la ciudad, Wessin pasó a recogerle para dar un paseo en automóvil.  Wessin estaba acompañado de su chofer y del coronel Elio Osiris Perdomo, que ocupó asiento delante.  Piantini se acomodó detrás, al lado del director del CEFA.  Sus relaciones con Wessin siempre habían sido buenas, desde los días en que éste dirigía la Academia Militar Batalla de las Carreras.  Esta amistad de superior a subalterno se acrecentó en los días en que ambos prestaron servicios en la base aérea de Santiago, bajo las órdenes del general piloto Pedro Rafael Ramón Rodríguez Echavarría, en los meses finales de 1961.

El auto tomó la carretera hacia Bayaguana, de donde era oriundo Wessin, quien comenzó una conversación trivial que no parecía tener propósito definido.  De pronto le dijo:

-Piantini, me han dicho que el Palacio está lleno de comunistas, que entran libremente allí.

-Yo apenas entro una o dos veces a la semana, señor.  Siempre estoy en el comando.  No puedo precisarle.

-No hay duda de que se está formando una milicia para sustituir a las Fuerzas Armadas- insistió Wessin.

-Tampoco puedo confirmarlo, señor.

Wessin derivó la conversación hacia otros temas, relacionados con las críticas que se formulaban a la política del Gobierno.  Mencionó la controvertida Ley de Plusvalía, que tanto combatían los empresarios, y la educación laica, que la Iglesia reprobaba, citándolas como pruebas de que Bosch llevaba al país hacia el comunismo.  Finalmente soltó la pregunta:

-Piantini ¿Qué tu piensas de un golpe de estado?

-Este es un Gobierno elegido por el pueblo.  Debe respetarse.

Bruscamente, Wessin ordenó a su chofer detener el vehículo que había estado dando ya, de regreso, vueltas por el barrio donde Piantini vivía y le ordenó bajarse, a una cuadra de su cada.  Lidia Noesí, con la que recién había contraído matrimonio, puso cara de asombro cuando le vio llegar caminando.

Unos días después, el capitán Héctor Lachapelle Díaz, instructor de la Academia y asistente del coronel Fernández Domínguez, le informó que éste quería verle.  La reunión debía efectuarse en la misma Academia, a fin de que pareciera natural y no despertara sospechas.  El primer teniente Sención Silverio, ayudante de Fernández Domínguez, le condujo directamente hacia donde éste.

-Piantini, ¿Cuál es su posición?- le inquirió el coronel.

-Comandante de los tanques en el Palacio Nacional, señor.

Sención interviene y dice mientras Fernández Domínguez sonríe complacido por la respuesta:

-Piantini, no es eso lo que el coronel quiere saber.  Se habla de un golpe de estado y el coronel está ubicando a los oficiales leales al Gobierno, que somos mayoría, para evitar el golpe.

-Lo mío es sencillo, señor.  Me pagan para eso: defender el Gobierno y por eso estoy en el Palacio.

Fernández Domínguez quiso saber, sin embargo, algo más sobre sus sentimientos.  El teniente le repitió lo mismo que había dicho a Wessin, omitiendo toda mención a este encuentro.  Entonces, el coronel le dijo:

-Tu misión es sencilla, teniente.  El general Viñas Román es de los oficiales que está en desacuerdo con el golpe. ¡Cumple órdenes de Viñas!

También le dijo que en caso de un golpe y un contra-golpe, a él, Piantini, se le daría la orden de evitar la entrada y la salida de militares al Palacio, rodeándolo con los tanques bajo su mando.  El coronel insistió en que esas órdenes debía recibirlas de Viñas.

Piantini no fue el único oficial entrevistado por el autor que habló acerca de la confianza del coronel Fernández Domínguez en la lealtad de Viñas al Gobierno. El teniente Almánzar también estaba convencido de ello, como muchos otros.  Tan confiado estaba Fernández Domínguez del ministro de las Fuerzas Armadas, dijo Piantini, que incurrió en el error de no establecer una línea de comunicación a través suya.

Fernández Domínguez también había consultado al teniente Almánzar sobre su parecer sobre el Gobierno.  Como responsable del mantenimiento de las unidades blindadas, Almánzar era un oficial clave "y hay que estar preparado para cuando llegue el momento", le dijo el coronel.  También le confió que el general Viñas se oponía al golpe y que "actuaría en consecuencia".

El recuerdo de estas dos entrevistas, asociadas con su inesperado relevo, indujeron a Piantini a poner en conocimiento de la novedad al general Viñas.  Cuando sube en compañía del teniente Mejía al despacho del ministro aún proseguía la reunión con los jefes de Estado Mayor.  Piantini insistió ante el ayudante, el teniente Fermín, que se trataba de una cuestión urgente.  Eran poco más de las diez de la mañana, cuando Viñas le manda a decir que "no se podía trasladar a nadie sin su conocimiento y aprobación, ya que él era el jefe de las Fuerzas Armadas".

-¡Esa es la orden del general, Piantini, a usted que conserve su mando!-, le informó el ayudante del ministro.

Al escuchar esto, Piantini y Mejía se saludan militarmente y se retiran a la unidad de tanques donde les esperaba el teniente Almánzar.  Cuando el primero le explica a éste la decisión de Viñas, Almánzar, que era su amigo, le dice:

-Freddy, a ti no te mandaron ir donde el general.  Te mandaron a relevar.

Almánzar guardaba excelentes relaciones con el coronel Fernández Domínguez, quien había sugerido a sus oficiales de confianza que mantuvieran la apariencia de lealtad al mando, hasta que él diera la orden de actuar, en la eventualidad de una crisis o un golpe de estado.  Al hablarle de ese modo a su amigo el teniente Piantini, Almánzar actuaba bajo las premisas del coronel Fernández Domínguez.

Tan pronto como los dos tenientes se retiraron dejándole en su puesto, Piantini entendió que había llegado el momento de tomar decisiones.  Buscó sus armas y pidió al segundo teniente Apropiano Peña Díaz, uno de los tres oficiales bajo su mando, que le acompañara, armados de sus ametralladoras Thompson, a la oficina del general Viñas, con quien trataría de hablar esta vez.  La reunión de jefes de Estado Mayor había terminado y el ministro estaba detrás de su escritorio, en compañía de varios oficiales.  Piantini dejó a su ayudante afuera y entro solo al despacho.

-¿Qué te pasa, Piantini? ¿Qué quieres?- le preguntó.

-Quiero hablar a solas con usted- a lo cual Viñas se levantó y le invito a pasar al balcón de su oficina que daba a la calle Dr. Delgado. Poniéndole una mano en el hombro, inquirió:

-¿Cuál es tu problema?

-Respetuosamente, señor, vine a recibir las órdenes.

-¿Cuáles órdenes?- inquirió Viñas, sorprendido.

-Usted sabe, señor, que al dejarme en mi puesto, usted acaba de separarme de mi comando en San Isidro.

-Pero eso no tiene importancia, teniente.

-Si la tiene, mi general.  Yo creo que usted sabe que se habla de un golpe de estado.  En San Isidro están acuartelados ¿Qué vamos a hacer nosotros?

-Mire, Piantini- dijo molesto el ministro de las Fuerzas Armadas-.  Aquí no va a haber ningún golpe de estado.  Ni el jefe de Estado Mayor del Ejército, ni el de la Marina, ni yo, estamos de acuerdo con que haya un golpe de estado.

-General, ¿Podemos colocar tropas en las puertas como una medida de previsión?

-¿Qué es lo que le pasa a usted?- le recrimina duramente Viñas- ¿Quieren matarse? Así fue Rafael (Fernández Domínguez), que me pidió un batallón.  Tranquilícense, que aquí no va a pasar nada.

-General, ¿Entonces al personal que está en asueto, se le concede?

-¡Déselo!- dispuso el alto oficial –y tome medidas para localizarlos en caso de necesidad.

Todavía quedaba algo por aclarar.  Piantini hizo una última pregunta a su jefe.

-¿Y en cuanto a mí, general? Yo estoy en mi día de asueto y vivo en el ensanche Ozama.

-No vayas a tu casa.  Vete a otro lugar y mantente en comunicación con el capitán (Manuel) Lachapelle Suero.

Presidente BoschUna vez en su oficina, el teniente Piantini, que tenía automóvil, tomó dos ametralladoras y llamó a su hermano Raúl, civil, con quien se trasladó a casa de unos parientes de la esposa de éste en el barrio María Auxiliadora, a bastante distancia del Palacio Nacional.  Enseñó rápidamente a su hermano cómo usar la ametralladora y le aconsejó no dejarse tomar preso.

Nadie que hubiera asistido esa noche a la recepción que las Fuerzas Armadas ofrecieran al vicealmirante Ferrall, podía imaginar que estuviera precipitándose una nueva crisis.  Bosch compartió animadamente en ella con los jefes militares y el alto oficial visitante e incluso había hecho galas de buen humor con otros invitados, incluyendo el embajador Martin, de los Estados Unidos.

Uno de los que resultaría más sorprendido con lo que ocurriría después, sería el coronel Rubén Antonio Tapia Cessé, de 37 años, sub jefe de Estado Mayor del Ejército.  Su superior inmediato, el general Hungría Morel, le pidió que le acompañara a casa del Presidente, donde él, Viñas y Rib Santamaría debían acudir a pedido de aquel.  Cuando llegaron a la residencia presidencial, Bosch estaba en la galería conversando con el embajador Martin, quien al notar la llegada de los jefes militares se despidió.  De inmediato, Bosch los invitó a pasar a su estudio, donde Tapia Cessé pudo notar no menos de 15 lápices gastados, muy pequeños, sobre el escritorio.

Luego de un momento tenso de silencio, el Presidente le dijo:

-Tengo informes que me merecen entero crédito de que el coronel Wessin ha dicho que al ovejo (mote con que se hacía burla de Bosch) le van a hacer idéntico a lo que le hicieron al chivo (monte con que los opositores solían burlarse del dictador Trujillo, muerto en una emboscada dos años antes) y yo no voy a gobernar con presiones de ese tipo.

Las palabras del Presidente produjeron un largo silencio y al ver que nadie hablaba, el coronel Tapia Cessé intervino:

-Señor Presidente, si usted tiene esos informes ¿por qué no dispone que el coronel Wessin sea arrestado o cancelado?

En eso Viñas Román dice, en tono conciliador:

-Yo tengo más de dos días tratando de localizar al coronel Wessin.  Lo he mandado a buscar a mi oficina y no ha ido.

Esta vez el silencio fue más prolongado.  Finalmente, Bosch rompió el hielo:

-Váyanse a la función (que había en el Campamento de Sans Soucí con el Ballet Folklórico de México) y véanme más tarde en el Palacio.

Unos minutos después Bosch se reuniría con el coronel Fernández Domínguez.

Dos oficiales en capacidad de evitar la ocurrencia de un golpe militar, no pudieron ver esa noche al Presidente en su residencia, a pesar de que éste los había citado.

Alrededor de las 8:00 p.m., el capitán Lachapelle Suero se puso en contacto telefónico con el teniente Piantini, tal y como había previsto el general Viñas en la reunión con éste último en horas de la mañana. Lachapelle le dijo que Bosch quería hablar con ambos de inmediato.  Para evitar ser interceptados, los dos jóvenes oficiales decidieron encontrarse en un punto próximo a la casa presidencial, por lo que Piantini parqueó su automóvil en las cercanías del viejo aeropuerto General Andrews, a una cuadra de la avenida San Martín, donde lo creía resguardado, y abordó el vehículo de Lachapelle Suero en dirección a la casa de Bosch.

Una vez allí dejaron el carro en la calle y tras identificarse con los soldados de guardia, que pertenecían a la dotación del Palacio Nacional, logran entrar.  Piantini comprobó que aún estaba allí el carro de asalto Linx, que él mismo había enviado días antes para reforzar la seguridad.

Fue el coronel Calderón quien salió a recibirles y entre los tres se entabla una conversación de varios minutos, que a ratos parecía ponerse agria.  El jefe de la escolta presidencial les dijo que Bosch no podía recibirles por el momento porque estaba atareado en una reunión con sus ministros, pero que tenía para ellos las órdenes siguientes:

-Era muy posible que esa noche se intentara un golpe de estado.  El Presidente quería que mantuviéramos una posición de "no golpe, pero sin violencia", porque no quiere muertos por su culpa.

Piantini bajó la cabeza y la sacudió fuertemente.  Calderón le dijo enérgicamente:

-¿Qué le disgusta, teniente?

-¡Que no entiendo, señor!

-¿Qué es lo que no entiende?

-Nosotros somos los encargados de la defensa del Palacio Nacional.  Si alguien viene a atacar el Palacio y hay lucha y muertos, nosotros no seremos culpables.

-¡Esa es la orden, teniente!- le ripostó subiendo la voz el coronel Calderón.

Coronel Rafael Fernández Domínguez y Juan BoschLos dos oficiales se cuadran militarmente, hacen el saludo y se retiran sin poder ver a Bosch.  El teniente Carvajal Morales, de 20 años, de puesto en la residencia y quien bajo el mando de Piantini estaba al frente del blindado enviado allí antes, fue a saludarlo cuando le vio retirarse.

-Comandante, ¿Cuáles son mis órdenes?

-No tengo ninguna orden.  Y tú tienes dos opciones: te pegas un tiro o te asilas- díjole para subrayar la gravedad de la situación.

De regreso a su puesto en el comando del Palacio, guarda sus armas y se viste con el traje verde olivo de faena.  Un sargento de su confianza se le acercó sigilosamente para decirle:

-Comandante, tenga mucho cuidado, porque ya usted no manda aquí.  Se están recibiendo órdenes directas de San Isidro.

Todos los oficiales de asueto habían vuelto.  Piantini salió a la puerta trasera, que da a la avenida México, y encontró a Lachapelle Suero sentado en una silla debajo de un almendro.  Allí permanecieron un buen tiempo viendo llegar a altos oficiales, acompañados de sus escoltas.

Años después, luego de la guerra civil que trató de reimponer a Bosch en la Presidencia, Piantini, ya puesto en retiro, le relató a ex presidente estos sucesos.  Bosch le dijo que él estuvo esperándole esa noche.

Mientras la situación evolucionaba en el Palacio Nacional, un grupo de oficiales del Ejército fue a visitar al coronel Wessin a su fortín del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas, en la base aérea de San Isidro.  Wessin vivía en el barrio de oficiales del recinto y se había virtualmente encerrado en su comando desde hacía varios días.

Wessin tuvo pronto noticias de que Bosch trataba esa noche de destituirlo.

-Bueno, ¡esto hay que solucionarlo!- y envió sus tanques al Palacio.

Fabio Herrera Cabral, de 55 años, viceministro de la Presidencia, aprovechaba el feriado de Las Mercedes para compartir en su casa con unos amigos periodistas, cuando recibió una llamada de Bosch, que a esa hora, las cuatro de la tarde, se encontraba en su despacho, trabajando como un día normal.  El mandatario quería que Herrera enviara en su nombre un telegrama al Presidente de México, solicitando el envío de técnicos petroleros al país.  Este era uno de los acuerdos alcanzados durante el reciente viaje del Presidente dominicano a la nación azteca.  Herrera redactó los telegramas y los dictó por teléfono a un empleado de la RCA.

El viceministro no volvió a tener contacto con Bosch hasta las 10:30 de la noche, cuando recibió otra llamada, ésta del coronel Calderón, reclamando su presencia inmediata en el Palacio.  Herrera residía en la intersección de las calles México y Rosa Duarte, a dos cuadras de la Presidencia, por lo que acudió al pedido del mandatario en pocos minutos.

Bosch estaba rompiendo unos papeles y tenía algo escrito de puño y letra sobre su escritorio, cuando Herrera hizo entrada en su despacho.  Bosch le preguntaba si podía ayudarle haciendo un decreto.

El viceministro le responde que si era necesario podía hacer llamar al Consultor Jurídico.

-¡No, hazlo tú!- le ordenó.

Tratábase de un decreto destituyendo a un oficial de la Fuerza Aérea, cuyo espacio para el nombre debía quedar vacío.  Herrera fue a la Consultoría Jurídica, tomó papel cabecilla del Presidente y en su oficina, él mismo, mecanografió la disposición.  Cuando lo llevó ante Bosch éste le dio el nombre del coronel Elías Wessin y Wessin para que llenara el espacio en blanco en el decreto.  Habían transcurrido sólo unos veinte minutos desde su llegada.

Bosch inició una conversación para saber si él había asistido esa noche a la recepción en honor al vicealmirante Ferrall, a lo que respondió negativamente. En esa fiesta, dijo Bosch, se había estado conspirando.

Herrera quiso aprovechar la oportunidad para analizar con el Presidente los efectos del decreto.  A su juicio era un error.  Bosch quería saber ¿por qué lo era? Herrera sugirió entonces un traslado, porque la destitución de esa manera de un oficial de carrera podía malquistarle con los mandos de las Fuerzas Armadas.

-De modo que el poder presidencial tiene sus limitaciones.

-Sí, señor Presidente, especialmente si es alguien como usted, respetuoso de las leyes.

-Entonces, no debo seguir siendo Presidente si tengo esas limitaciones que usted señala.

Acto seguido, se inclinó sobre el papel que estaba escrito de su puño y letra y estampó su firma.  Era su renuncia, que comenzó a leer a Herrera, en momentos en que entraba el coronel Calderón, quien se queda de una pieza, de pie, escuchando, después de lo cual sale y regresa al instante acompañado del general Viñas Román.  Bosch vuelve a leer el escrito de una sola página y Herrera musita a Viñas que "esto no puede permitirse".  El ministro le susurra:

-Tú sabes que este hombre es muy terco.

Los momentos siguientes fueron decisivos para la suerte del régimen inaugurado hacía apenas siete meses, el 27 de febrero.  Al despacho del Presidente fueron llegando ministros y colaboradores.  Cerca de la medianoche estaban ya los jefes militares que él había citado.  Los civiles son invitados a abandonar el salón y Bosch se encierra con Viñas y los jefes de Estado Mayor del Ejército y la Marina.  Otros altos oficiales esperaban ansiosos en el otro extremo del edificio, donde Viñas tenía sus oficinas como jefe de las Fuerzas Armadas.

El general Miguel Atila Luna Pérez, jefe de la Fuerza Aérea, estuvo gran parte del día en una pequeña finca suya en Manoguayabo, donde, a través de una llamada por radio, es enterado de que tiene lugar una importante conferencia del mandatario con los demás jefes militares.  Luna dio inicial credibilidad a las versiones de que estaba teniendo lugar una confabulación contra su cuerpo, con el apoyo de las otras ramas, para destituirle.  Fue inmediatamente a la base aérea y estableció comunicación con Viñas Román, quien le confirma que tiene lugar, en esos momentos, una reunión de jefes de Estado Mayor con el Presidente.

-¿Entonces yo no soy más el jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea?

-Sí-, se apresuró a contestarle Viñas.

-¿Y entonces?

-¡Ven de inmediato a la reunión!

Juan Bosch y Francis CaamañoLuna le dijo que en esas condiciones no iría y el ministro insistió diciéndole que Bosch estaba decidido a sacar a Wessin de las Fuerzas Armadas.  El jefe de la Fuerza Aérea, que estaba molesto por la cancelación en julio del mayor Haché y el capellán Silva, respondió que no aceptaba esa imposición.  El problema es delicado, comenta Viñas, ya que el Presidente estaba dispuesto a renunciar si no lograba destituir al comandante del CEFA.  Luna le dijo:

-Renunciar no, ¡preso!

Y entonces decide enviar, en su lugar, a dos altos oficiales –los coroneles Antonio Álvarez Albizu y Guarién Cabrera- para mantenerse al tanto de la marcha de los acontecimientos.  Entretanto, los jefes militares trataron nuevamente de disuadir a Bosch de su renuncia.  Molesto, el Presidente los echó del despacho con estas palabras:

-¡Si no puedo destituir a un coronel de la Fuerza Aérea, lo mejor es que me vaya!

Sin saber cómo proceder, los generales se retiran al despacho del ministro, en el extremo oeste del Palacio, a discutir la situación y buscar medios para hacer entrar en razón al mandatario.  Una veintena de oficiales de alta graduación esperaban allí impacientes.

El capitán Juan Oscar Contín (Johnny) comandante de la Compañía de Infantería del Batallón Blindado adscrito al CEFA, procedía a cambiarse de ropas en su residencia del barrio de oficiales de San Isidro, cuando escucha el encendido de los motores de los tanques.  Volviéndose hacia Rocío, su esposa, comenta con un profundo tono de preocupación:

-Creo que esta noche va a pasar algo grande.

Contín, el mismo oficial que unos meses atrás había rebatido a Bosch la conveniencia de vender los armamentos blindados, se viste a toda prisa con traje de faena y se presenta, a pesar de que era su día de asueto, a su comando.  Pasaría todo el resto de la noche en compañía de otros oficiales bajo el mando del teniente coronel Gildardo Aquiles Pichardo Gautreaux, escuchando los informes por radio de la Policía, dando cuenta del arresto, ya en la madrugada, de ministros y dirigentes del PRD.

Los jefes militares hicieron un intento por convencer a Bosch de que desistiera de su idea de renunciar a la Presidencia.  Después de parlamentar largo rato en el despacho de Viñas, ordenaron al coronel Calderón volver donde el mandatario a fin de que depusiera su actitud y se buscara una fórmula para salvar la situación.

Bosch estaba empecinado en renunciar y cuando el viceministro Herrera le dijo que sólo podía hacerlo ante la Asamblea Nacional, reunión conjunta de las dos cámaras legislativas, Bosch le urgió a que se convocara al Congreso.  Fue el inicio de una serie de llamadas que tenían por objetivo conseguir de inmediato la reunión de los senadores y diputados en las primeras horas de ese día.  Ya era de madrugada y al despacho presidencial seguían llegando ministros y colaboradores.

En el ínterin, el jefe del Ejército, general Hungría Morel, llamó al coronel Tapia Cessé, que había quedado de servicio en el Campamento 27 de Febrero, para darle un reporte de la situación.  El oficial debía tomar las previsiones como subjefe de Estado Mayor, en caso de una crisis.  Tapia Cessé le hizo un comentario a su superior acerca de la conveniencia de que se hiciera desistir a Bosch.

-¡Vamos a ver qué se hace!- fue su lacónica respuesta.

Los coroneles Álvarez Albizu y Guarién Cabrera, enviados al Palacio Nacional por el general Luna, llegaron al despacho presidencial cuando los jefes militares hacían un nuevo intento para que Bosch desistiera de su renuncia.  Tenían instrucciones de ofrecer telefónicamente un panorama de la situación a su jefe de Estado Mayor.  Los dos coroneles informan al general Luna que han notado cierta indecisión frente a la postura de Bosch, y aquél les recuerda que deben advertirles a los generales que si no se deciden a hacer preso al Presidente "la aviación bombardearía el Palacio".

Finalmente, los militares comunicaron alrededor de las dos de la mañana a Bosch que ya no era el Presidente.

El general Hungría Morel telefoneó nuevamente al coronel Tapia Cessé para instruirle que comunicara a todas las dependencias del Ejército que Bosch había "renunciado" y que las Fuerzas Armadas se había hecho cargo de la situación "hasta que amaneciera".

La noticia se difundió rápidamente por el comando a cargo de la seguridad del Palacio Nacional.  El capitán Lachapelle Suero y el teniente Piantini estaban todavía bajo el almendro viendo llegar oficiales y civiles, cuando una unidad de cinco tanques, procedente de San Isidro, al mando de la cual se hallaba el mayor Grampolver Medina entró al recinto.  El teniente Almánzar formaba parte de la dotación.

Les llegó la noticia de que el coronel Fernández Domínguez creía que había llegado la hora de actuar.  Piantini, consciente de que no poseía mando alguno, entró a su cuarto y se puso a llorar.

Aproximadamente a las tres de la madrugada del 25 de septiembre, se presentó a las puertas del Palacio Nacional el Oficial Mayor de la casa presidencial, Darío Brea, un funcionario muy competente, que gozaba del aprecio personal del jefe del Estado.  Fabio Herrera había mandado a buscarle para que mecanografiara la carta de renuncia que Bosch había escrito de su puño y letra horas antes para ser presentada más tarde al Congreso.

Después de superar algunas dificultades con los soldados de seguridad, Brea logró establecer desde la puerta comunicación con Herrera.  El viceministro llama de inmediato al despacho de Viñas Román para que se le permitiera la entrada.  El general le responde:

-Vamos don Fabio, ya no se puede.  No hay Gobierno.

Muchas versiones se ofrecerían con el tiempo de lo ocurrido en las últimas horas de la noche del 24 de septiembre de 1963 y las primeras horas de la madrugada siguiente.  Pero las más confiables de todas ellas coinciden en sus puntos esenciales.  El coronel Marcos A. Rivera Cuesta, puesto en retiro dos años después, en un libro titulado Las Fuerzas Armadas y la Política Dominicana (1986), relata que el artículo contra el comunismo publicado por Wessin aumentó la "desconfianza y la enemistad" que existía entre él y Bosch.  Reveló que cuando salió dicho artículo "me presenté en el despacho del presidente Bosch en mi condición de subsecretario de Estado de las Fuerzas Armadas y de amigo del Presidente Bosch y le aconsejé que designara al coronel Wessin subsecretario de Estado en mi lugar y que designara al coronel Osiris Perdomo, quien era el segundo en mando del coronel Wessin, en lugar de éste, para evitar futuras malas consecuencias".  Rivera Cuesta dice que Bosch cometió varios errores capitales en su trato con las Fuerzas Armadas.  El no haber aceptado su consejo en esa oportunidad fue uno de ellos.  Agrega que ya era tarde para el Presidente cuando intentó relevar a Wessin, unos meses más tarde.

Rivera Cuesta señala que mientras los jefes militares discutían si aceptaban la renuncia de éste, alguien advirtió que la comparecencia de Bosch ante la Asamblea Nacional con esos fines podía provocar "agitación política y la alteración de la paz pública…" En ese momento, dice, "llegó el general Antonio Imbert Barrera e insinuó la detención del Presidente Bosch y así se hizo.  La realidad es que la renuncia del Presidente Bosch nos sorprendió a todos los militares y en ese momento no sabíamos qué hacer".  Según Rivera Cuesta, al momento de producirse el derrocamiento de Bosch, sólo el general Atila Luna, de la Fuerza Aérea, entre los jefes de Estado mayor, estaba de acuerdo con un golpe militar.  También estima que Bosch incurrió en un grave error al involucrarse personal y directamente con el relevo del coronel Wessin y que lo correcto hubiese sido poner ese problema en manos del secretario de las Fuerzas Armadas.

Presidente BoschLos ministros y colaboradores más cercanos del Presidente que acudieron en la madrugada al Palacio Nacional, en su mayoría fueron detenidos y mantenidos en salones de la tercera planta hasta después del sábado 28.  Sólo a Antonio Guzmán Fernández, ministro de Agricultura y Ramón Vila-Piola, de Industria y Comercio, se les permitió, en la madrugada, marcharse a sus casas, una vez consumado el golpe.

"Cuando llegó el momento de la verdad, el 25 de septiembre, Fernández Domínguez y los académicos se quedaron solos. A pesar de sus promesas, el teniente coronel (Vinicio) Fernández Pérez rechazó la petición de Fernández Domínguez de que enviara al batallón "Duarte" contra la capital.  También se negó a entregar el mando del batallón a Fernández Domínguez.  Al mismo tiempo, los oficiales constitucionalistas en el CEFA y los del batallón "Sánchez", que estaban en abrumadora minoría, se negaron a moverse.  Y, por último, Piantini Colón había sido sustituido en el mando del destacamento de tanques del Palacio Nacional por el mayor Grampolver Medina Mercedes, uno de los hombres del coronel Wessin".

La verdad es que debido a la falta de coordinación un intento de contra-golpe tenía pocas posibilidades de éxito esa madrugada y en los días sucesivos. El resultado hubiese sido, como bien temía Bosch, un inmenso baño de sangre.

Muchos oficiales con tropas y equipos bajo su mando tuvieron conocimiento del golpe sólo después que Bosch fuera depuesto.  Como se verá más adelante, la dotación de San Isidro fue informada de los hechos en la madrugada, mediante una formación de tropas, momentos antes de que las causas del golpe se dieran a conocer públicamente al país a través de la radio y la televisión del Estado.  La noticia llegó a los cuarteles del interior ya entrada la mañana del miércoles 25.  Algunos oficiales se enterarían escuchando la radio en sus hogares.




Escrito por: César Mella (cesarm2@codetel.net.do)

Lo que puedas hacer hoy, reza una vieja máxima que quizás escuchamos en boca de nuestras acuciosas abuelas.

Muchos seres humanos "dan vueltas y vueltas" y el día les resulta corto pues no saben fijar prioridades en el uso del tiempo, colocan dos tareas en el mismo horario y suelen paralizarse y ya a la media noche dicen: "Carajo, dejare esta vaina para mañana".

Son valorados como holgazanes, faltos de voluntad; torpes y hasta amemaos.

Estos personajes son postergadores y tienen serios problemas en la toma de decisiones.

Les toma tiempo tomar un camino y terminan agotados. Aplazan constantemente, con lo cual están evitando el hoy.

El miedo a fallar y el crearse expectativas exageradas de determinadas tareas, paraliza a este tipo de sujeto.

En esto hay mucho de sabotaje, de autoengaño y lo veo en mis pacientes cuando se hacen el propósito de: iniciar una dieta; dejar de fumar o de beber y, entonces, terminan dejándolo  para mañana….

A estos posponedores les cuesta terminar una relación sentimental que no funciona  y le expresan  a la "amada": "Te diré algo definitivo, pero mañana"… y en eso lleva meses.

Muchos escenarios requieren disposición, pongamos por ejemplo: pagar un préstamo; realizarse un chequeo médico general; organizar la biblioteca; confesarle algo de trascendencia a un ser querido, etc. Estas posposiciones tienen por base inconsciente el temor  a los resultados.

La psicoterapeuta Graciela Moreschi dice: "Parece que viven más cómodos  que los demás, pero los postergadores sufren por el acumulo de tareas y en el fondo evitan responsabilidades".

El psicólogo Alfredo Ruiz es más radical cuando dice: "Este tipo de persona dilata constantemente los asuntos pues en el fondo le origina cierta molestia",  y yo agrego a lo dominicano: son irresponsables en el fondo.

Este tipo de comportamiento arranca desde la adolescencia cuando eran los últimos en preparar exámenes o entregar sus tareas y constituyen un verdadero dolor de cabeza para los padres que en esta etapa están toreando (criando) a jóvenes de diferentes edades.

Aunque es bueno acudir a asesoramiento para cambiar ese patrón de comportamiento, unos consejillos no caen mal:

1.- A diario haz una lista de cosas pendientes y ve poco a poco asumiéndolas, sin presión, pero dándote tu aplauso cada vez que venzas.

2.- Elimina de tu vocabulario algunas palabras como: "quizás", "mañana", ya que estas favorece una predisposición negativa.

3.- Inicia con lo que te cauce menos placer. Por ejemplo si tienes el propósito de comenzar a caminar a las 6 a.m. pues arranca y pon bien lejos el reloj despertador para que te veas obligado a dejar la cama  para apagar la alarma.

 Únete a un grupo de "fiebruses" y camina con ellos.

4.- No se puede esperar que te vengan las ganas. Solo da el primer pasito y verás como vences la inercia y esa apatía que te mantiene estancado.

5.- Prémiate a la mínima tarea que puedas cumplir con lo que antes dejabas para mañana.  Agasájate



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